El país cuenta con una gran diversidad de ecosistemas, en el cual aún permanecen mayoritariamente las áreas naturales, aunque el porcentaje de transformación sigue aumentando.
Las reservas forestales establecidas por la Ley 2ª de 1959 se han convertido en un referente del ordenamiento y gestión ambiental del territorio. En la concreción de lo dispuesto en dicha ley, se han generado procesos relacionados con su ordenamiento y zonificación, así como la expedición de normas. Su constitución como figura de reserva debe resaltarse como un asunto de gran relevancia para un país que tiene una fuerte vocación forestal, renglón que debe convertirse en un motor dinamizador de la economía en tiempos de posacuerdos.
El país cuenta con la Estrategia Nacional de Prevención, Control, Seguimiento y Vigilancia Forestal, para adelantar la gestión coordinada de las autoridades ambientales y demás actores de la cadena productiva forestal, sectores productivos relacionados y de la sociedad civil en general.
Por otra parte, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, presenta al país "Bosques Territorios de Vida" Estrategia Integral de Control a la Deforestación y Gestión de los Bosques, como instrumento que involucra la corresponsabilidad de los distintos actores con el propósito de frenar la deforestación y degradación de los bosques, atendiendo la complejidad de las causas que la generan, partiendo de reconocer el significado estratégico de estos ecosistemas para el país, por su importancia sociocultural, y por su contribución a la mitigación y adaptación al cambio climático.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) está conformado por 1.343 áreas protegidas con una superficie de más de 31.4 millones de hectáreas equivalentes al 15,17% del territorio nacional, distribuidas en: 18.5 millones de hectáreas terrestres, (16,28 % de la superficie terrestre del País) y 12.8 millones de hectáreas marinas, (13,80 % de la superficie marina de la Nación), entre las cuales se encuentran ecosistemas estratégicos para el desarrollo del país, que aportan a conservar el patrimonio natural y cultural, así como al cumplimiento de los objetivos de conservación del país. El Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, hace parte del SINAP y está conformado por 59 áreas protegidas con una superficie de 17.4 millones de hectáreas equivalentes al 8,44% de la superficie del país.
Se cuenta con el Programa para el Manejo Sostenible y Restauración de Ecosistemas de la Alta Montaña que orienta a nivel nacional, regional y local la gestión ambiental en ecosistemas de páramo y adelantar acciones para su manejo sostenible y restauración.
En el año 2000 se planteó el Plan Nacional de Desarrollo Forestal para mejorar la competitividad de productos forestal maderables y no maderables en el mercado nacional e internacional, a partir del manejo sostenible de los bosques naturales y plantados.
Se adelanta el Plan Nacional de Prevención, Control de Incendios Forestales y Restauración de Áreas Afectadas, orientado a a la prevención, control y restauración de las áreas afectadas por los incendios forestales.
Visión Amazonía es una iniciativa que con el apoyo financiero del Reino de Noruega, el Reino Unido e Irlanda del Norte y Alemania, busca reducir las emisiones provenientes de la deforestación en la Amazonía colombiana, a través de un modelo de desarrollo sostenible, que impulsa estrategias de protección de los bosques y el uso sostenible de los recursos naturales, a la vez que empodera a las comunidades locales generando alternativas de desarrollo y productivas bajas en deforestación. Puede consultar detalles aquí
Por otra parte, conocer la dinámica de aumento de la frontera agrícola es fundamental para controlar la expansión de procesos de deforestación. Al respecto, puede ver el Caso Amazonía adelantado por el Sistema de Información Ambiental Territorial de la Amazonía.
El índice de huella espacial humana (IHEH), ha sido formulado para evaluar de forma cuantitativa y espacialmente explicita estos impactos y corresponde al grado o magnitud de la influencia acumulada de las actividades antrópicas sobre los paisajes y ecosistemas.
La Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), como una política de Estado cuyo objetivo es promover la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (Gibse), de manera que se mantenga y mejore la resiliencia de los sistemas socioecológicos, a escalas nacional, regional, local y transfronteriza, considerando escenarios de cambio y a través de la acción conjunta, coordinada y concertada del Estado, el sector productivo y la sociedad civil.
La Política Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras e Insulares de Colombia (DocumentoConpes 3164/02), propende por el desarrollo sostenible de los espacios oceánicos y las zonas costeras que permita, mediante su manejo integrado, contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población colombiana, al desarrollo armónico de las actividades productivas y a la conservación y preservación de los ecosistemas y recursos marinos y costeros.
Se cuenta con la Política Nacional para Humedales Interiores de Colombia que promueve la conservación y el uso racional de los humedalescon el fin de mantener y obtener beneficios ecológicos, económicos y socioculturales, como parte integral del desarrollo del país.
Entre los instrumentos normativos más importantes se encuentran:
Consulte aquí:
Los principales indicadores asociados a ecosistemas son:
Para consultar detalles de clic aquí
El principal instrumento de información es el Mapa de ecosistemas, el cual permite saber el estado de salud en el que se encuentran nuestros ecosistemas, pues cruza datos de biomas y unidades bióticas, de ecosistemas marinos, de geopedología y de la cobertura boscosa de Colombia.
